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Si me acuesto con la pareja
de alguien, quien es cercano a mi familia, incluso de mi familia, o simplemente
alguien importante para mí, un amigo, no sé… ¿Eso me convierte en mala persona?
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Depende.
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¿De qué depende?
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De tus intenciones.
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¿Cómo hace eso la
diferencia? Lo hiciste y ya, es un error. Una traición.
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Hay gente que se acuesta
por mera inocencia. O por lascivia. O
porque puede.
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¿Por inocencia? Eso es
bastante indulgente ¿no te parece? Por lascivia, bueno, eso lo entiendo. Desear
sin detenerse, sin analizar bien quién es la víctima. Porque hay situaciones privilegiadas. Momentos
perfectos.
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A veces son pruebas. Si las
pasas, pues, eres otra persona. ¿Te ha pasado?
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Sí. Creo que soy bastante
inocente si quieres verlo así. No sucede mucho más que besos, tomarnos de la
mano, estar a centímetros de su boca y, si es muy riesgoso, no besarla. No
puedo parar, más si hay alcohol de por medio.
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Entonces no bebas cuando
consideres que hay peligro.
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Es que no debería haber
temor a los límites. Tendría que haberlos sin recurrir desesperadamente a
ellos. Como las fronteras. Te piden visa, tu puto pasaporte. Con tristeza me
doy cuenta que, a veces, es muy sencillo encamarse con alguien, con el vecino,
tu primo, el marido de la amiga de tu madre. No he llegado a hacerlo, pero no
me hubiese resultado difícil. Y debes entender que no sería solamente mi
responsabilidad.
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Lo harías con mi esposo,
¿por ejemplo?
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No.
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¿Lo has intentado?
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No.
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¿Te sería fácil? Pequeña puta…
-Silencio de medio minuto-
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Es posible que en las
condiciones adecuadas, sí. Y es lo que más temo.
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¿Qué cosa?
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El odio de quienes amo.
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Has dicho “sería fácil”, en
cualquier circunstancia, te das cuenta lo ofensivo de eso, ¿cierto?
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Sí. Pero tú empezaste, me
has llamado puta. Lo cual, afirma mi
teoría: Me convierte en mala persona. Socialmente, y moralmente hablando.
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Y, ¿eso es tan importante
para ti?
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Sí y no.
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¿Ah?
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Sí, porque no soy mala
persona. ¿Me crees, verdad? No tengo sentimientos humanos viles. Me puede el
dolor ajeno, tengo empatía. No voy a la iglesia, pero dudo matar a alguien o
violar a un niño…
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Qué cosas tan desagradables
dices, y lo que es peor, te tienes en muy alta estima.
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No quise decir eso. Me
importa porque la integridad tambalea de una noche, y no se me debería juzgar
por ello. No me importa porque al final, eso
también soy yo…
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Mira, tengo que marcharme.
Quedamos uno de estos días. Y recuerda, las decisiones que tomes, cuáles sean,
sostenlas. No te arrepientas. Porque eso te convierte en hipócrita.
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Lo cual es peor que ser una
pequeña puta…
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Pero, por supuesto.
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