domingo, 16 de junio de 2013

Acerca de mi padre


[Intentos, no son más que intentos pero no logro nada. 
Eso es que duele mucho o soy inútil. Cualquiera de las dos. 
Es que cuando viene me quedo llena de letras.
Pero no sé, no me ordeno. No puedo. Tú juzga. ]

Abril

Noches de plaza

I

Vine a este lugar por ti. Te seguí. Pocas veces se ha seguido a alguien de esta manera desde que desaparecieron los grandes líderes. Los árboles siguen aquí desde ayer. Escucho su movimiento. El cielo también prevalece. Es común, pero enciendo un cigarrillo. Hay abuelos y nietos pululando. Barullo de plaza de pueblo. La iglesia está cerrada, no sé porqué. Hay esos muchachos y sus patinetas. Estoy muy vieja para ellos y ninguno me mira. ¿Dónde estás? No veo esa mochila con letras blancas que dicen “Katherine”, y a ti, ignorando quien es ella. 

Desde que recuerdo he ido a todo lugar por ti. Permanezco. Porque un día tú así lo quisiste. Hubo esa disposición. Los seguí a ambos. Ahora no entiendo porque tanto nerviosismo o tabaco. Bueno, hay gente por doquier. Podría ir al hotel y preguntar si te han visto. Si es verdad que estabas borracho. A lo mejor has olvidado el teléfono. Si acaso has partido ya. El sol ha desaparecido. No contengo ni la respiración ni los sentimientos. Ya. Han llamado a misa. Pero ni tus oídos ni los santos me parecen tan reales. Me pellizco los brazos de escuchar “papá”  en la voz de un niño que corre.  Y tengo un corazón que ya se rompe de verte.  Creo que jamás puse tanta atención en la plaza.  Es poco el corazón de la ciudad. Con un latir que son esas voces de todos, como siendo testigos de esta muerte. Tu estancia de hotel, mis pasos de cemento, esta soledad de banca de parque.

Voy a levantarme de este lugar por ti. En el camino me encontraré un bazar, diré que me esperen. Que me esperas tú o que debo encontrarte. Es sencillo imaginarte en la bañera desangrando de nosotros,  del destierro. La distancia es muy cruel y un juego del que siempre he tomado parte. A veces pienso que escojo a mis amantes por su imposibilidad de tocarme. Encaja, tiene sentido. Reconozco el amor como la imposibilidad perpetua de una felicidad constante. Tengo un corazón que ya se me rompe de verte.



 Junio

 (estos son esbozos a medias en la moleskine)

10:00 A.M
The day was so full of happiness. En el pueblo caía esa luz, tibia, tocando las paredes. Las escuelas dormidas en domingo, roncaban. Yo los conozco a todos. A veces hay vida afuera los domingos si es contigo. Todavía recuerdo los pájaros ridículos cantando. Anunciaban mis pasos apresurados para llegar a ti. Ahora. Ahora. Fuimos a la barbershop. Teníamos dinero. No mucho dinero, pero dinero. Te cortaban el cabello y yo leía El amante de la China del norte. Todos decían “que bella y educada es su hija”. Bueno, no sé si lo dijeron, pero debieron decirlo. Venga. Queremos hacerlo feliz. Venga. El pueblo es pequeño. Y te quiero tanto. En el hotel te conocen y te felicitan también. Es barato e insípido y tiene en las paredes fotografías de indios Cherokee. Me quieres tanto.

2:00 PM
Hay esas comidas fuera de casa. Bebés recién nacidos. Abuelos besándolos. No le he llamado a los míos. Soy de lo peor estos días. La progresión de las conversaciones en un ritmo indescifrable. Pero es sólo benevolencia y risas. Después del alcohol es llanto.

7:00 P.M.

El pasillo hacia la puerta de hotel, se abría como el camino de la muerte. Como el que recorre el condenado antes de la inyección letal. Dead woman walking. Siempre es caminar con tus maletas hacia un taxi amarillo. Un abrazo rápido. Mi llanto silencioso. Deambular por la casa. Respirar la música del viento para que permanezcas otra vez. Supongo que mientras escriba no me moriré en ti. Ni tú en mi, ni yo en nadie.

No hay comentarios: