- A propósito de mis charlas mentales y delirios,
alguien de mirada curiosa o que echo de menos escribir.
Lo pego sin ediciones, ni siquiera mentales -
Me gustaste para decirte:
¿Ya
te vas?,
¿Tan pronto?
The sky was blue, and the beach was
nearby.
[Olas aquí y allá bla bla bla, la brisa de tu pelo
nadando hasta la orilla
la orilla de todo
despertar, de-sumergir
dentro del agua
orilla de ti]
Hace tanto calor, te dije. Mi falda no se podía levantar más, ni los
brazos, ni el ego. Ni este olor a aceite tibio sobre el cuerpo. Aceite de
almendras o Karité dice. Casi un sabor dulce a primavera meciéndote en sus
brazos. Ese transpirar en los hombros. Parecemos salvajes en estas situaciones
premeditadas. Hay infinitos tactos que no sentimos si son a través de la boca.
Una vez un hombre quitó mi sudor con su dedo, y fue la cosa más terrible que alguien
pudo hacer frente a mí. Y él, es sólo
agua, y ella “es que no pudo detenerse, le gustas”. Prefiero una conversación, le dije. Y no sé porque sentirme
caliente de pronto si lo recuerdo. Qué quieras irte, que no pueda detenerte,
que no vaya a hacerlo. Que así, tan débilmente, me mires venir hacia ti. With your wishful thinking. No sé dónde estás. No sé dónde has ido.
[yo
trepando, rapaz, con los dientes
y
que la boca es
murmullo
de fresas
o
estrellas
devorando
como
un fuego
intenso]
[medimos el calor en temperatura y grados Celsius
todo depende hacia donde gire el mundo
todo fuego es intenso
voraz
no hay términos exactos para describir
evanescer
ni en cenizas]
tic
tic tic tic
-
She used to smoke, do you?
-
sometimes, when I’m nervious
-
So, always, don’t you?
-
Yeah, you got me
–dibujé una sonrisa aquí-
-
I think I wanna make love to you
-
Oh, really? Why’s that?
-
You remind me to her
-
How come?
-
You’re lost, I’ll have to find you
Pero
suena una guitarra que es como nombrarte en la huida No sé qué clase de juego
es pensar. Sería más fácil resolverlo todo con los labios o con esta entrega
insana. Mi cabeza en charola o abril. Abrir
tanto el cuerpo para que puedas pasar. Y tus pasos, resonar de bocas mordidas y
néctar. Olor a flores. Ojala todos
sintieran como nosotros. Pero los murmullos son momentos o delirios para mí. Creo
que me estaré en el patio toda la tarde. Ellos están allí. Alguien pasará y me
dirá “qué suaves tus piernas” mientras las toca. No podré defenderme. Me duele
el estómago o la inmovilidad de la suerte. Quiero besarte hasta que la vida
comience.
II
Siento
la necesidad de sonreírte, porque eres una niña.
Tu
padre no te suelta. Supongo que me tiene miedo.
Es
inútil, no voy ni ha tocarlo con mis ojos.
Creo,
me surgen estos sentimientos en domingo.
Hay
que sonreírle a los niños. Pagar a los pobres.
Ir
a la misa dominical. Darse baños de sol.
Aunque
la sombra transparente sobre nuestra casa.
Cantarle
a Jesús, aunque suene a blasfemia.
Tengo
terror a la inocencia de no saber distinguir
si
ya he logrado mi misión en la vida.
No
puede ser esto.
¿qué
hacen los demás en domingo?