lunes, 25 de febrero de 2008

Avenida ausencia II




Te aviento un grito desvergonzado
hacia ese lugar de oro,
donde habita tu nombre

y pregunto a las cosas por tus huellas,

como la nube que va y choca con
el muro que nace desde las sobras
no comidas por el perro
más viejo de todas las calles.

- Es esta la cicatriz que no sana sin tus huesos –
me digo mientras la muerte
recorre con su dedo congelado
el borde
de mi omoplato derecho,

y todo es sombra y desastre

el parque, las cartas, tus ojos gitanos

y la mandarina mordida
sobre la acera.

Te aviento mis ojos a la avenida
de nuestra nada,

a ver si hoy regresas fresca
como las gotas que escurren
de las ventanas cuando todo es gris
y llueve tanto.

4 comentarios:

.].ëXh!B¡ç¡øN!§Ta.[. dijo...

Yo no creo que necesite ni terapia, ni látigo, ni esposas.

Yo creo que necesita el cariño que le quitaron, que le desgarraron dejando jirones sangrantes marcando el territorio del cual no se moverá, condenada a sufrir.

La ausencia duele tanto. Pero la ausencia no se cura con un retorno. Lo he vivido. Y a veces han vuelto. Y la herida sigue ahí, y el territorio sangrante el mismo, y los jirones que arrancaron simplemente ya no son míos.

Sangra letras. No sangres tú.


Besos tibios.

° Ene dijo...

Sangra, sangra porque de esas gotitas que me avientas a los ojos, yo puedo sentir que estoy aunque me encuentre ausente...

Es profundamente hermoso leerte, aquí puedo llorar a gusto.

P.D. La tormenta apenas empieza, extraviemos los paraguas

Venuza dijo...

Casi puedo pintarte (lo tengo que hacer).. casi siempre me suenan violas y pianos cuando te leo, quizas tenés ese toque de melancolía francesa blanco y negro, como una película vieja. Yo se que te llueve, .. por mi parte vos sos de esas lluvias que se bailan con los brazos al cielo esperando que te desnuden el esqueleto.
Siempre siempre sos un beso a mi coraza.
Se la quiere un cielo.

joe dijo...

autocompasión tenemos todos, y cinismo, jaja.

he visitado poco y me ha gustado mucho.

mucho gusto, famosa srita. jazzz.