
...........................................................Tú, eres y serás todo.
...............................................................Desde aquí a las últimas batallas donde por milésima octava vez finja ser yo, Aquiles, Vlad Tepes, Atila el Huno o solamente un bárbaro cualquiera. Pero que destroce inhumano, las últimas horas de guerra a esos impíos momentos que entretejen sus hilos en mi dermis de ausente, por que soy un ausente melancólico que no ve más allá de la bruma hasta donde te ocultas tú, tú, siete veces tú y lo que arde en mi pecho vivo.
............................................................................................................Ese pasillo es una brecha enorme paseándose horas entre los ladrillos que construyen nuestra casa de seda. Pero es importante entender la psicología de esta distancia mortecina que poco a poco también, apaga las luces mías, nuestras, tuyas y de todo eso que sufría a hemorragias, las noches vagas de sus dedos.
............................................................................................................Ayer mientras comía alevosa esos minutos de ausente en otro domingo inútil, como todos los domingos, tenía la sensación de que ese monstruo dentro de ti sigue y gime, a las cosas que no bebe de día. Es cansado para el cuerpo y el alma seguir, aquí, varada, en el terreno baldío a tu sombra, pero yo como el monstruo también sigo, también persisto acomodada en el capullo de tus piernas monolíticas donde emana el agua creciente de nuevos imperios, que como yo, también buscan diario ser conquistados por una vida que se edifique por arte y sexo.
............................................................................................................Tú me elegiste a mí, presiento, por qué aventaste los ojos y la daga, mantuviste el bajo perfil permanente en mis orillas, para agazapar así, desnuda, pintada con óleo el cuerpo, monocromático, polifacético, nutrido enorme, todos estos tristes bordes morenos de mi constitución humana.
............................................................................................................Y así ya, con tus garras de hombre-mujer muy estudiado, creciste hasta hoy insigne, sin aparentes derrotas, así, con el cabello más buscado de caníbales sin ropa, viniste con una egolatría tirana que asesina, más eterna que la muerte, como la tela de tus blusas, el olor a lluvia que nunca muere
............................................................................................................Tú fuiste, tú eres, y serás todo.
...............................................................Desde aquí a las últimas batallas donde por milésima octava vez finja ser yo, Aquiles, Vlad Tepes, Atila el Huno o solamente un bárbaro cualquiera. Pero que destroce inhumano, las últimas horas de guerra a esos impíos momentos que entretejen sus hilos en mi dermis de ausente, por que soy un ausente melancólico que no ve más allá de la bruma hasta donde te ocultas tú, tú, siete veces tú y lo que arde en mi pecho vivo.
............................................................................................................Ese pasillo es una brecha enorme paseándose horas entre los ladrillos que construyen nuestra casa de seda. Pero es importante entender la psicología de esta distancia mortecina que poco a poco también, apaga las luces mías, nuestras, tuyas y de todo eso que sufría a hemorragias, las noches vagas de sus dedos.
............................................................................................................Ayer mientras comía alevosa esos minutos de ausente en otro domingo inútil, como todos los domingos, tenía la sensación de que ese monstruo dentro de ti sigue y gime, a las cosas que no bebe de día. Es cansado para el cuerpo y el alma seguir, aquí, varada, en el terreno baldío a tu sombra, pero yo como el monstruo también sigo, también persisto acomodada en el capullo de tus piernas monolíticas donde emana el agua creciente de nuevos imperios, que como yo, también buscan diario ser conquistados por una vida que se edifique por arte y sexo.
............................................................................................................Tú me elegiste a mí, presiento, por qué aventaste los ojos y la daga, mantuviste el bajo perfil permanente en mis orillas, para agazapar así, desnuda, pintada con óleo el cuerpo, monocromático, polifacético, nutrido enorme, todos estos tristes bordes morenos de mi constitución humana.
............................................................................................................Y así ya, con tus garras de hombre-mujer muy estudiado, creciste hasta hoy insigne, sin aparentes derrotas, así, con el cabello más buscado de caníbales sin ropa, viniste con una egolatría tirana que asesina, más eterna que la muerte, como la tela de tus blusas, el olor a lluvia que nunca muere
............................................................................................................Tú fuiste, tú eres, y serás todo.
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