martes, 15 de abril de 2008

Pausa: Espera.


El cursor aguarda parpadeando,
…………………..son guiños veloces.

La pausa es irreversible,
una queja quebrada,
el engranaje ruidoso de los pasos
que gritan:

No fuimos vida, pero fuimos la espera,

la espera es sentirse más cabron
que los años.

Creerse atentamente propenso a
las posibilidades de crecer a través
de manos gigantes, de caras torcidas
con manchas naranja, de labios grotescos,

dejar un día
las drogas y ponerse zapatos.

Tenemos el camino
y miedo a los relojes:

a sus dos dedos que alcanzan,

a su garganta que gime
estruendosamente:
……………………………ya es tarde.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esperares también vivir en la esperanza, quién espera si no temeroso de los relojes, porque son largas las noches y los días desiertos y sin embargo se espera y esperas, que llegue a ti, algo, un nombre secreto, esa luz que te hace pura entre todos las gentes de la calle, yo te veo brillar, allá, lejos en tu ciudad de nubes grises, juntando palabras que corren sin prisa en ese asfalto que a veces pesa y en esos bulevares que gritan a tu alma por las tardes cuando no estas con ella... pero se que esperas, el problema es cuando ya no lo haces.

Un beso grande para usted señorita Waltz.

G.C