martes, 21 de febrero de 2012

Sooner or later




Pronto me dirás, que la vida no ha sido más que esta repetición de sensaciones que no supimos valorar, aun cuando éramos tan jóvenes. Aun cuando fuimos niñas y no nos conocimos. Todo nos llenaba los ojos de lluvia, la boca, y las palabras. Sentir no fue suficiente. Una habitación blanca y grandes ventanales, ver como se desvanecía el día entre las horas, los espejos, las curvas del rostro. No observamos ya nada. Pronto dirás, que nada, que esa palabra nos llama hasta nombrarnos otra vez. Y no hay más viajes o latitudes que repitan nuestros ecos.  Esa era la vida y los sonidos. Los rayos solares nos laceraban la piel por la mañana, una música azul que nos prometía dulces, y tardes frescas mientras hablábamos. Esto nunca lo vimos realmente. De nuevo el sol y la sombra hacían pinturas en el suelo. Nunca he sabido como retratarlas. A veces intento describirlas pero disto de esa perfección en mi humanidad; e intento fotografiarlas. Luego hago recordarlas para hacerlo más vívido y así poder pronunciarlas. Pero todo se queda atrás, en un sitio a donde no podemos acudir, hasta no estar de nuevo allí como la gente en verano. Como la última vez de la felicidad entre ríos. Pero, consuélate, existimos para regresar a todos esos lugares. A ciertas horas, en determinadas situaciones. Pronto me dirás que ya no evocas esos pensamientos. Que los tuve muchas, más veces yo que tú. Que era más mi imaginación romántica de imaginarnos ahí, como si hubiésemos existido en serio. Pero es que a veces éramos reales;  como lo fue el hambre, el sueño, la torpeza de mis manos y algunas locuras. Las emociones en el cine, los recitales, los rostros de gente que decía conocer pero que no era cierto. Tu perfume danzando en el mareo. Como las velas en las noches. Podríamos resumirlo así, no sé de dónde viene todo este asunto. La vida era simple, había frío en las rodillas y leche en el refrigerador. Habría que, si  por error nos gana la tristeza, reconfortarnos con el misterio de la vida. La fascinación por las mujeres y la música.  Que escribo para entender mi permanencia aquí, en una sociedad que de a poco, te juro…me aburre. Por si lo piensas algún día, dímelo. Ya he escrito todo sobre tú y yo esta vez, y creo, la gente nos conoce. Y nos siguen adorando.

No hay comentarios: