Eso de “cuando te enojás te ponés tan linda”, no es más que un elogio de macho que no sabe qué hacer. Mira, a mí me da mucha risa. Hoy he coqueteado a hombres con éxito, otras sin éxito, pero qué mas da. A veces juego a ser, juego a serme, juego a ser yo ante los demás. Casi siempre es estoicismo. Me preguntaron que si no me incomoda enamorarme, la verdad es que no. La verdad es que me gustaría. Pero yo que sé, supongo que no estoy para eso. Daniel, Daniel...¿por qué sos tan hijo de puta? Encima no tenés vergüenza ni para explicarme porque no me escribiste en una semana. Perrito malo, malo, malo. Si vivieras conmigo te dejo dormir afuera. Y que te coman los gatos dedito por dedito. Maldito.
[Anda, querías una entrada con tu nombre. Et voilá]
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