miércoles, 21 de mayo de 2008

Cómo sería




Cómo sería decir “debo dormir ahora, amor”,
cómo sería.
Posar, dejarte ver mi cansancio, verme arañar
la sabana verde de los campos de mar.
Contemplarme desnuda de mí. Por sobre todo,
de mí. Cómo sería nombrarte sin tu nombre.

Dejarte, dejarme. Dejar el mundo un minuto.
Quitarme los ojos, ponerme los tuyos.
Mudar de piel, ser música en tu oído.
Tu clásico oído de flora. Ser como quien vive
siempre dentro. Ser una lagrima roja.

Cómo sería decir “enjuaga mis pies, amor”,
cómo sería. Bébeme lento, elévame. Ser arpegio,
un nulo arpegio. Devorarme, devorarte.
Desde la voz hasta aquello donde te escondes,
y donde termina la línea del ombligo. Vientre
de infante inmaculado. Hacia allá, al hospicio.

Liberarme de la duda. Contar lunares huérfanos
amor, encontrarles una forma, plasmarlos sobre
el óleo de tu boca. Comer los lunares, de los
lunares. Lamer, la boca de las bocas. Vaciarme el
agua del cuerpo. Gemir todos los cuerpos.

Cómo sería decir “estoy exhausta, amor”,
cómo sería. Gritar, permitirte ser la palabra
rota entre mis dientes. Cómo sería sernos
abajo. Dejarme y dejarte, ser viento arriba,
ser viento a lado. Ser ambas, cruzando el espacio.
Decir “debo ser polvo, amor”. Ser,
como debiera
ser.

5 comentarios:

Rup Daitsch dijo...

Nada sería nada, todo y nada, todo sería nada. Todo y nada sin ti.
Porque yo creo, -tan pequeña y hostil- Que tú eras todo, todos los animales y todas las plantas, toda la gente y las cosas. Yo lo creo aún...
Cómo sería todo entonces sin ti, no existiría...

Ellen Tamara Durán Wong. dijo...

Este poema era finito entre suspiros, entre fantasias terrenales, entre ella, entre ti y entre todo... Pero al ver el comentario de Aby se torna infinito... Todo es infinito cuando de una u otra forma se aprende a ser un ser luego de haber sido dos en respiraciones distintas, entre pupilas dilatadas.
Me voy enamorada... Enamorada de todo...
Las adoro...

Reptante dijo...

Caramba, después de que mis ojos de paparazzi de tercer mundo inconscientemente y dolosamente vieron los comentarios de las primeras chicas que suscribieron con anterioridad, me siento como un fabiruchis cualquiera realmente. Con poca objetividad y con más ganas de entrarle al chisme que a la poesía. Pero bueno, haré de tripas corazón, olvidaré lo sucedido líneas arriba y me centraré en comentar los suscitado con su poema amiga.

Digamos que de pronto el amor, el deseo, cuando realmente es como una enfermedad, justo como debe de ser el amor (si no, pues realmente serían mamadas, o meras especulaciones metafísicas), se convierte en esas ganas de reptar, imitar, poder saber lo que es el otro, sentir como el otro, perdernos en el más abyecto y torcido camino. Justo como lo decía el Roberto Smith, I wanna be you. Y no sé, igual de pronto esto más que una adoración enferma, en una de esas, dentro de sus patologías descubra un afán por ver lo que se siente amarse a uno mismo, cogerse a uno mismo, envenenarse con propios néctares. Quién sabe.

Como sea, lo que le leí está cheee do. Siga haciendo esto.

Anónimo dijo...

Ja ja ja ja camarada Valtra, no pudo decirlo mejor.

Saludos

Waltz.

-Anna- dijo...

Yo no sé, yo no sé...a veces dejamos pendiendo en las palabras tantas cosas, tus poemas son siempre de esos que se extienden a todos los rincones, de esos que dan la vuelta con los pies mojados en todas las esquinas de los órganos, entre el estómago y la garganta, y podría decir que es una mariposa que se quiere escapar, pero no, esto es más grande, son aves, que aletean sobre todos los sentidos, que me dejan muda, que me dejan desnuda y que sin duda, inspiran.
Sos tan grande Ame, tan grande.
Yo te extraño, yo todo vos.

Besos!