jueves, 2 de octubre de 2008

Pequeñas fotos tuyas

30 de Septiembre Te has ido hace cincuenta y dos minutos. De nuevo lamento tanto las ausencias. No me dijiste mucho hoy, sólo sonreías y veías sereno hacia la puerta, frente a la estética amarilla. La calle por donde pasan esos niños todos los días a las siete y treinta de la mañana. Bajé muy tarde. Apenas cerca de cuarenta y cinco palabras. Y tu mirada a la puerta. Mi abrazo siempre igual y mi nariz en tu cabello todavía bastante negro. Espero heredar de ti esas pocas canas a los cincuenta y cuatro años de edad. Yo te dije “nos vemos pronto”. Pronto, espero. Al menos no me sucedió como hace unos treinta y seis meses. Tuve que llorar mucho, porque era de esas veces donde es necesario aprender a rezar para que vuelvas. Para que vengas otra vez. Sano y fuerte. No te dije, pero, me dolió verte un poco mas cojo. Y cansado talvez. Arrastras la pierna izquierda, es verdad. Te operaron la rodilla cuando mis seis años. No me senté en tus piernas por semanas lo recuerdo bien. Cojeas más y ayer pude verlo. Fue hermoso caminar hasta la plaza, y que me hablaras del abuelo que ya no está. Fue hermoso, te digo, verte como siendo tú. Los mismos ojos. La misma boca. Como que mucho antes yo fui tú. Y te habité. Me llevabas dentro, como mamá, y tú eres mi papá. Me habitas. Y otra vez tomas una pequeña valija y tu boleto del autobús azul. Yo escribo. Casi no me observaste hoy. Apenas un beso en la frente y el riguroso “cuídate mucho allá en el sur”.
Amado padre, hago una pausa. Quiero llorar.

Image Hosted by ImageShack.us

Me consuelan esas pequeñas fotos tuyas en mi cámara plateada. Empezaba a oscurecer de pronto. Y una lámpara con su luz naranja te brillaba a lo lejos. Te brillaba. Te has ido ya hace una hora. La gente está comiendo, y llegan otras, y espero otras. Pero tú no estás. Sólo, algunas pequeñas fotos tuyas, colgando de mis ojos. Sólo tú, colgado de mi brazo. Doliendo un poco, oliendo a ausencia. Tan pocas palabras hoy, tan poco de todo. A lo mejor debí levantarme mas temprano, tomarle una foto a mi nariz que se achata contra tu cabeza. Olerte padre, nada más. Hasta que vuelvas. Noviembre. Madrugada. Lo sé.
Te espera siempre, Jazmín.

4 comentarios:

DEARmente dijo...

Ofelia, esto es sublime... hay aquí una nostalgia, una ausencia, una tristeza, un suspiro... Ofelia... este texto me ha tocado profundamente, profundamente.

Stephen Gordon dijo...

No sé que duele más, si lo que esta por venir o lo que me has hecho recordar, sentir con este escrito. Silencio y ausencia. Te amo.

Anónimo dijo...

Hice muchas pausas antes de terminar de leerlo...


Me recordó a algo que alguna vez quise decir a esa persona, también... pero no lo hice porque tal vez no se lo ganó... ó no hubo tiempo... ó hubieron más pretextos que todo, tal vez...

Un beso grande, y te leo pronto hermosa.

Buen fín de semana.

Venuza dijo...

no se que me duele mas... vos o toda yo en tus ojos..