domingo, 12 de junio de 2011

Vespertine in M




Ella se va cuando anochece, y me queda
el ruido de la gente que no me puedo soportar.

Queda también, una música verde y su silueta blanca,

como desvaneciéndose entre cosas
y tumultos eclesiásticos,

como derritiéndose por fin
entre frágiles mareas en el ocaso.

Y mi voz le canta un ‘tonight’ en un ritmo de Idaho,
y pensamos, y decimos que simplemente
no se puede ser más exacto

o más perfecto

oscurecer

sobre el columpio de su pestañeo.

Although,


existen, ciertos placeres vespertinos innombrables.
Están los de cama, los de sofá, y los de piso

están los del aire, los del agua, los de raíces

y están los de escuchar un ukelele mientras
le dices adiós, hasta mañana,
                                 y te muerdes los labios.

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