domingo, 16 de noviembre de 2008

Dinámicas inofensivas del silencio I

- Estoy feliz de verte. No me dice nada. Es natural, es natural en ella. Con la mano derecha se arregla el flequillo. Luego voltea a la calle como si mi rostro ya le hubiese dejado de ser familiar. Pero es sólo despecho. Tristeza. Negación. Es tan dulcemente igual. Por supuesto, no nos hemos tocado. Ni un beso, ni un abrazo. Guardamos la distancia exacta para un acecho prologando. O para no llorar a solas en un sitio casual, público. Es como un pacto no hecho. Muy a pesar de tener pocos minutos ahí sobre la misma tierra, explicándonos la vacuidad del tiempo, cuando le contiene la mudez.
- Leí tu último libro, me pareció….bueno… - ¿te pareció….? - Perturbador. Uno pensaría que el destino de una mujer no debería ser así. Es decir, en un mundo ideal, ella y el hombre de tu novela no hubiesen sido tan idiotas teniéndolo todo a su favor. - Y eso te pareció perturbador. - Pues claro. Me habla de tu propia frustración.
Hace una mueca de molestia, sarcástica. Como una sonrisa partida por el ego. Esa nunca la entendí muy bien. Generalmente era de recordarle que siempre habría nuevas formas para rebelarme ante su mal gobierno. Y eso le perturbaba. De mí, de quien sea. Introduce su mano al bolso de diseñador. Saca su cajetilla de cigarros. Enciende uno.
- Pensé que lo habías dejado, o mejor dicho…pensé que para esta edad tuya habrías comprendido que debes dejarlo. - No seas ilusa, por eso se llaman vicios. No se dejan. - Yo ya no lo hago.
Ríe ampliamente. Intuyo que se le ha desatado la hostilidad. - Sí, querida. Pero estás aquí. - Pasaron cinco años. Nada tiene que ver con los vicios. - Bien entonces. ¿Quieres uno? Digo…para la ocasión. - No gracias, ahora, el alcohol me es suficiente para sedarme ante la vida, Igual ,no me evadas, hablábamos de tu libro… - No quiero hablar de eso - ¿Te avergüenza? - Por que habría de avergonzarme. Lo publicaron, es decir que para alguna editora mi jodido trabajo es bueno. Así que…mejor hablemos de ti
Hablar con ella de mí. Creí, que ya no teníamos veinte. Siempre pensé que si alguien observara, nos observara, en cualquier momento, en cualquier situación. Nos creería tan inútiles. Y es que todos tenemos cierta porción de inutilidad. Por ejemplo, soy capaz de…No, yo soy completamente inútil. Lo más probable es que en unos minutos ya no tengamos algo qué decir. Será mucho silencio. Hablar de mí, joder…es tan aburrido…Hay que cortar el silencio, con unas tijeras de simplicidad.
- Soy un tema tonto, lo sabes bien - (Calla unos minutos, voltea de nuevo hacia la calle) Vaya, sigues siendo tú…tan tú… - ¿Esperabas otra cosa? - Esperaba, que pudiésemos tener una conversación ordinaria, tú sabes, como tantas otras gentes… - Las otras gentes a lo mejor y son mas complicadas, cómo sabes que tienen conversaciones ordinarias… - Sabes de que hablo cuando te digo eso. No renegabas toda la vida porque definitivamente no congeniabas con “la gente promedio”, y que luego entonces, estábamos nosotras, y las otras, y los otros y así…No decías tú, lo difícil que es sólo decir, y sólo pensar, en cómo estás, cómo te llamas, qué hora es…
Tendría que agachar la cabeza. Mover el cuello. Está molesta, está agobiada. Tengo poco qué responder. Extrañamente me ha envuelto con toda la ciudad. Encima, abajo, sobre este lugar, alrededor de la mesa. Entre las sillas. En la risa común de quien mas toma café. Me duele la boca. Y me parece, que por un instante se ha arrepentido de venir aquí. De estar, sin comprender la razón exacta del tiempo y del espacio. Obviamente son nulos los porqués.
- ¿Estás feliz de verme? - (Sonríe. Enciende otro cigarro) ¿Escribes al menos? - Naturalmente - (Vuelve a sonreír)
Y bueno, yo tendría que sonreír también. Y no decirle “tengo tristeza”. Y no esperar simplemente cualquier respuesta a mi pregunta, diferente al valor de los silencios.

2 comentarios:

DEARmente dijo...

Aquí habría que hacer muchos "primeros planos", "Primerísimos primer plano" y algunos "planos detalle"... todos con un lente teleobjetivo... una conversación muy cinematografica, Waltz.

Seguir siendo "tú"... "tan tú"... debe ser un gran cumplido.

Ellen Tamara Durán Wong. dijo...

Esto me recordo mucho a alguien...
Ush Amelie