martes, 18 de noviembre de 2008

"Beauty and a widow"


Llámame. Voy a estar en un bar…o, sólo abajo, en la cocina. Absolutamente borracha, por supuesto. Pero llámame, tienes todos mis números. Es necesario decírtelo. Durante todo el día escuche el tema que dice: tienes la belleza de una viuda. O algo así. Qué cosa más poética, cierto. Piénsalo bien, eso nos explica algunas cosas. Te he odiado hoy, y mucho. Te he amado igual, muy a mi estilo que dicen es muy del masoquismo. E idiota, claro. Intencionalmente. Vi mucho una de las películas que más nos gusta. He llorado también, hermosamente. Ya sabes que mi cara es redonda, y tengo manos pequeñas. Entonces cuando me limpio los ojos, y los pómulos, parezco más un niño pequeño, un poco gordo o desnutrido, de esos que corren desnudos a través de la ciudad.
El clima gélido ya está llegando. Casi siento un orgasmo instantáneo, de esos parecidos al dolor, o esa cosa que te revienta en el estomago. Como un Big Bang interior. Aunque ya sé que eres más partidaria del Creacionismo. Le he dicho a alguien que morimos muy lento. Y que no. No. Nada es seguro. Por eso, sálvame. Llámame. Probablemente esté tirada en el piso con el suéter rojo, el único que tengo, el que me pongo muy contenta cuando llevó a los niños de la mucama donde los columpios. El de la foto, donde sólo capté mi manga. La conoces bien. El otro día se me perdió y lloré por horas. La prefecta lo tuvo guardado por días, y días. Y yo lloré por días, que tuve que cortarme varias veces. Hacer como a los dieciséis, ponerme curitas color carne. Ni siquiera de mi color. Luego creer que se sana como el sistema inmunológico desarrolla la fiebre. Al natural.
La canción también dice: voy a cegarte con mi orgullo. Pero yo no haré nada. Voy a estar huyendo de mí. En un bar, o cerca de la cantina que ha improvisado mi madre. Cínicamente cerca del televisor. Confieso que ayer fumé con la chica de ojos claros. Me cubrió con una sabana y una cobija azul, o, era de rayas. En la oscuridad no se ve bien. Aun así, parece que le ha crecido la cadera y el trasero. Pero tú. Tú, llámame. Eres todas las chicas que me han roto el corazón.

7 comentarios:

alexander wyrd dijo...

hola que buena onda, muy buenos es grato escontrar gente como tu, si quieres estamamos en contacto y podemos intercambiar vivencias e ideas, cuidate saludos

DEARmente dijo...

yo nunca he tenido "todos los números de alguien" ni todos los nombres, ni todos los días, ni todos lo "ella".

Espero que te llame, o la llame, o se llame.

Giovanni-Collazos dijo...

Te he estado leyendo poemas y unos relatos y me han agradado. Escribes bastante bien.

Volveré a leerte.

Un saludo.

Gio.

Ernesto Pérez Vallejo dijo...

Eres todas las chicas que me han roto el corazon, es como decir que todas las mujeres se llaman Laura, agil muy agil señorita ofelia (Te puedo llamar señorita no?).

Sobra decir que me encanta tu capacidad.

Saludos.

Ellen Tamara Durán Wong. dijo...

Esa chica siempre llega y la desgraciada destruye...

Aki estoy... Llorando letras a tu lado...

Hoy se me apetecia llamarte, como aquellos dias, adoro escucharte

Anónimo dijo...

Mi querida Waltz:

M te extraña.

Anónimo dijo...

Vengo a leerte... como siempre hay algo tuyo que es como yo... por eso vengo... a veces lloro al leerte, a veces sonrío... pero aún así lloro.. gracias por escribir, gracias por permitir que te lea...

Un beso grande y abrazo fuerte fuerte...