jueves, 27 de noviembre de 2008

Relatos de cocina y soledades

Esperar a que hierva el té. Me decía, Yo me decía. Lavaba los platos, los vasos. Me pregunto si cualquier nuevo hogar que me pertenezca tendrá una cocina pequeña en tonos rojos o verdes. No sé si allí lavare los platos mientras espero el té. No sé si allí, como a las seis de la tarde, se nos encarame el mutismo con todo su peso de perpetuidad. Con toda nuestra culpa. Después, recargarse en la repisa y sobre el azulejo blanco. Y su limpieza te conversa de cosas que jamás van a venir. Me hablaba de ti, me hablaba de nadie. Un Nadie muy grande a la orilla de cada escalón que da hacia las habitaciones. Tú sabes, esas cosas duelen. Duele, por ejemplo, ver una bacinica pegada a una pared azul. Una fotografía pequeña donde dices se ve el mar medio de lejos, o el sitio donde se guardan los zapatos. El gancho para colgar pantalones desgastados. Para mí, eso duele. Nunca he sido tan complicada. Ni tan especial, ni tan artística. Sólo soy yo y como esperando el té, hablándome, hablándote de estanterías como se habla del clima, como la gente de diario dice: hace un buen sol. Pero no. No sé, si algo de esta posición se llame cansancio. O soledad. Por que he puesto dos sobrecitos dentro del agua. Dos tazas a lado. Espero a que hierva el té, para servirme. Servirte, por si acaso quieres. De lejos, y en silencio.

7 comentarios:

DEARmente dijo...

ah, un té a esta hora me caería muy bien a mí, a ella, a todos los que están allí dentro esperando un descuido para decir cualquier cosa.

Yo creo que si, que si eres artistica; no sé si muy o poco complicada o más o menos especial que otra gente pero, artistica si eres.

Tu lector salvadoreño.

Esther dijo...

extraño el verdeeeeeeee.... saludos para ti mujer hermosaaaaa

° Ene dijo...

Por si acaso fuera, acabo de servirme...

Verde(como la blusa que me cubre el pecho), con dos de azúcar para estar despierta toda la noche...

Pescador dijo...

...Si nadie se acerca a tu mesa a disfrutar ese té, te invito a beber un té azul en mi orilla....Recibe un abrazo humeante y fraterno.

Anónimo dijo...

Esta noche da lástima. Le he dicho a Herschel, y él ha respondido que es verdad. No sé realmente en qué consista. Siempre he sido estupida, y más a la hora de buscar razones. Por eso mejor digo "no sé". Y si, sinceramente yo nunca sé nada. Escucho una canción, que menciona al Che Guevara, recuerdo fue de las primeras que me diste, tal vez la tercera o cuarta, tú quizá no lo recuerdes. Y bueno, son tantas. Yo entiendo.

Aquí lamentablemente se ha quitado un poco el frio. Duele. Y hay alguien atrás durmiendo en mi cama. No quiero que se quite, pero tampoco quiero que esté ahí. Es decir, tú sabes, yo quisiera otra cosa. Estando tú, todo es otra cosa. Dicen... yo sé, tal vez sé.

Cuanta gente dulce y amable. ¿Por qué a mi nadie nunca me enseño a serlo?

No importa.
Aunque a veces importa.

Yo he leído ya, lo que tenía que leer. Aunque me hubiese gustado escucharlo en tu voz.

Y si, es muy, muy "nosotros".

Cómo lo remediaremos...


R.D.

Anónimo dijo...

Se llama "Last train" y es de Travis.

Lo recuerdo bien.

Waltz

Mary C. Gonzalez Millán dijo...

IMPRESIONAN NO SOLO LAS LETRAS, NO SOLO LA FUERZA DE TU PLUMA, IMPRESIONA SOBRE TODO COMO TE OCULTAS TRAS ELLAS, TIENTAS, SEDUCES Y SOBRE TODO HACES QUE MUERA DE GANAS DE CONOCERTE, EN MI PERFIL ESTA MI MAIL, SI QUIERES ESCRIBE.