lunes, 10 de noviembre de 2008

Poemas huerfanos I


- De las noches ebrias -
Además del alcohol estás tú.
Me pregunto la posición provocadora en la que duermes,
entre la música del bar y el vómito común,
pero te prometo...no mío.
Ya tenemos experiencia en estas flagelaciones.
Lo sabes bien.
Tú talvez más que yo y pienso
la palabra: imaginar.
Te imagino entre mis muslos morenos
y tibios o en el baile
hacia abajo
hacia arriba
de lado a lado,
en la música.
Porque además del alcohol
estás tú y mi fiebre próxima
como "un cabaret ambulante",
y el público tú,
a que bailas conmigo,
nos decimos con mímica: te amo.

Imaginar/tu cuerpo dormido encima del mío,
  ….aprovechándose del mío
  ....................caray... qué tiene el vodka...
 que nos hace libres.

 ___

 Suscribo;
 lugares con tu nombre:
 los callejones,
los vasos de plástico,
los sitios en la red con canciones gratis,
las entrepiernas muy limpias,
las calles húmedas de amor,
el lugar vacío donde la lluvia se siente feliz de llorar
y por fin,
se masturba.
Los días con viento tardado,
las copas frecuentadas,
melodías anacrónicas que se derraman desde mi piel,
los instrumentos con un sitio acomodado
para los besos de bellas mujeres,
y el lugar preciso de nuestra ausencia
cuando te dan ganas de correr,
trasladar el espíritu,
donde te habita el sonido,
 de tacones alejándose.

 ___

 Las historias se escriben una y otra vez así mismas.
Enloquecidas, llenas de fiebre.
Por si solas, siendo flemáticas,
bastante egocéntricas.
Partidarias del narcisismo.
Las guitarras, las flautas
y los violines, cantan, se hablan,
se muerden, se prenden fuego.
Componen una estática voz para llamarte.
Tú tienes todas las respuestas,
me tienes todas las maneras.
Irremediablemente.
Eres el cantante a las doce de la noche.
Cuando ya no se sabe si es noche,
o"buenos días".
 El pájaro azul que se pasea por las mañanas.
 El cigarro que hace tanto mal y necesario.
Y yo soy guionista, como oficio emblemático,
y moribundo.
Como que tu blando pecho gime
y relata: Una historia muy nuestra...
y a cuarenta grados que sucedió jamás.

 ____

 Memorice como se ha de escuchar de ti: asesina.
Qué te mato a todas horas,
en todos los huesos de todas las pieles,
de cada una de las reacciones
o como reaccionarás en diciembre,
- cómo fraseas las canciones -
y pensé, si acaso recuerdas el parque.

Tienes en tu lugar de refugio,
cierta canción muy de allá.
Y tú lo sabes, y no me digas,
que yo lo sé, soy ignorante de tu voz.

Soy ignorante de tus sitios.
Pero te soy el rojo, el verde, y el amarillo.
Te soy bailando, y hasta el final del amor. 
Memorice, las palabras que me dices siempre.
El correo que no te mandé nunca.
Memoricé de ti, todas las condenas,
que me hacen muy ebria
volver al momento con tu nombre
 clavado, orilla a orilla.

5 comentarios:

Stephen Gordon dijo...

Duuuuuuuuuu, ardes, vuelves loca, vuelves a uno adicto a venir a leerte, pero mas que leer a sentirte en cada espacio, linea o silencio.

Eres tan bella y dolorosa. Me gusta eso, la gente que como dicen por ahí deja pedazos de carne por todos lados. Arrgggg...


PD. Ya vamonos a dormir ¬¬!

DEARmente dijo...

O. Waltz,

me parece que has estado "enferma de poesía", y mucho!

me han gustado mucho los fragmentos cinematográficos de tus versos.

yeah!!

Esther dijo...

Hermosooooo, todo es tan lindoooo, me emociona leerte... abrazos muchos

Ernesto Pérez Vallejo dijo...

Buahhh esto necesita cinco lecturas seguidas, hay tanto detalle, que uno va y viene y se pierde y se encuentra en el siguiente verso, mucho talento sin duda,demasiado creo, te debe doler esto de ser tan poeta.....



Saludos.

J. Jesus Garcia Mora dijo...

Muy buenos tus blogs, muy ilustrados, buenas imagenes, y tu escritura muy bien.
Te invito a que pases a ver mi blog,
www.pensamientodisociado.blogspot.com.
Atte. Jesús García.