martes, 2 de septiembre de 2008

De nada del amor

Vamos a hacer eso, pero no hablaremos de amor. De nada del amor. No buscarlo, no invocarlo, ni siquiera mencionarlo. Nada que tenga que ver con el amor. Vamos a ser pacientes. Tú, tomaras mi mano vacía y mi boca, para bebernos las posibilidades. Para ver si así, ya aprendo –yo nada más- como se hacen las cosas. Cómo se hace el amor. Porque veras, hay veces, que uno, premeditado, iluminado, loco, incapaz; dice: yo sé muy bien del amor. Yo amo, yo te amo. Y así, uno dice esas palabras. Pero no se sabe nada, en absoluto. Yo era – yo soy – de esas personas que se desnudan muy pronto. O a veces, todo lo contrario, me hilvano rostros, me hago rostros nuevos que arrastro y ofrezco sin vender nunca. Y pienso, yo pienso que estoy exhausta. Es importante aclararlo, notificarte desde ahora. Que vamos hacer todo eso que tú quieres, pero no hablaremos del amor. De nada del amor. Aunque confieso que podría ser débil. Me puede la poesía de Jaime Sabines, a veces, podrían vencerme las utopías de mí, y no de ti. Voy a fantasear a los parques, los cafés con olor a tango. Las revistas literarias. Lo que fuese medio ideal. Voy a fantasear incluso, a Chopin y sus falanges. A los coristas, mi llanto anunciado en los auditorios. El punto y aparte, después de haberte escrito un poema pésimo y muy largo. Ahora no sé. Imaginar hace daño. Por eso digo, me digo y te digo sin que sepas y a pesar, que no hablaremos del amor. Nunca, no te lo recetaré nunca. Ni en los sábados, o los domingos que alguna vez han sido nuestros. Pocas veces. Pero bastante nuestros. Yo, fingiré no estar volviéndome loca por la soledad de ti, tú, por favor, sigue siendo lo mismo. Confundido y mediocre. Que tanto bien me hace, para ayudarnos, para ayudarte…a que todo esto, no tenga ni un susurro, una manta caliente, que no tenga ni un color, ni una sonrisa. De nada. Y sobre todo, de nada del amor.

Foto: Lilya Corneli

3 comentarios:

DEARmente dijo...

Incluso, sin mencionar eso, sin decirlo, sin invocarlo, está tan presente, porque es tan sofocantemente necesario sentir alguna tílde de sus efectos en nuestras palabras más íntimas.

Bello. Lo que dices es tan bello que arrastra la necesidada de quedarse quieto, contemplado el escenario.

Yo-misma dijo...

Cuando nos esforzamos en negarlo tanto, es por que lo tenemos muy presente, nos tienta pero nos da miedo… queramos o no, no podemos escapar... igualemente a veces esta bien pensar que somo dueños de lo que sentimos.

1 Saludo.

Kid A dijo...

mujer, dama o señorita...
sabe,estas cuestiones las planteamos, por un dia entero le damos mil vueltas en la cabeza, le regamos, le adornamos con los versos mas preciosos, pero quien sabe luego como es la reacción, de impulsos vivimos nuestros momentos mas felices y los mas desesperantes y tristes tambien...
Ojala le sea, de la forma menos dolorosa, porque el amor duele y vivir sin el tambien... ay estos humanos!..
saludos, me gusta su arte...