Lo que yo hubiese querido siempre, era vivir contigo. Es vivir contigo. Ir de la mano contigo a través de los túneles, o caminar en esas amplias plazas cotidianas. Muy transcurridas. Estar contigo. Ser nada más yo, al menos un día. Desayunar contigo. Tocarte, verte. Sin embargo, al mismo tiempo que se trasladaban mis deseos al lenguaje del día real, una larga y triste mano me azotaba contra el piso. Nada serviría, de pronto todo sería inconsolablemente inútil. El peso de las alas que nunca me brotaron, surgiría, erradicaría mi espalda, hasta la muerte. Hundiéndolo todo. Por que veras, pedía yo tanto. Yo quería ser lo eternamente esperado. Lo que va más allá de las nubes cuando ves por mucho, mucho tiempo, lo que dicen todos estos transeúntes denominarse cielo, lo que te importara nada más. Es que ya ves, la gente como yo está tan enferma. Diminuta de lo vasto. Siempre con los ojos caídos y la soledad diluida entre los labios incoloros, donde nacen estas letras. Desde abajo. Y quién podría entonces vivir conmigo. Estar conmigo. Darme sus horas, sus cabellos, sus dientes. La soledad muy transitada y conocida. Que tú conoces bien. Yo quería, hubiese querido siempre. Ser, existir contigo. Escucharte muy temprano cuando sales al trabajo. Querer yo trabajar, ser un ciudadano decente. Ya no tener, como me dijo esa mujer hace dos días, un sello de parásito voluntario. Como sin futuro y sin ganas, aunque todos susurren detrás de nosotros “ella puede, ella puede”. Ella será grande. Tú sabes que eso nunca me ha importado mucho. A veces cuando entre mis ropas holgadas me observo, me pregunto qué es esto, pero qué putas es esto…a esto le llaman vivir, ser, levantarse, correr, ser del otro, trabajar, llevar la comida a la mesa, y me canso de pensar que es lo correcto. Me respondo, en cambio, que quiero vivir como ahogada. Estar como Whitman y sus Hojas de hierba, ser Whitman y cantarme a mi misma. Porqué entonces, quién más va hacerlo. Es necesario. Algún día, quizá, tendremos hijos. Tú los tuyos, yo los míos. Y nos creeremos enormes ante ellos y tan débiles en cambio. Pero yo querré, tal vez aún, que sean contigo. Tenerlos contigo, llevarlos de la mano contigo hasta que en distintos idiomas les enseñemos a decir “te amo”. Voy a desear leerles con esa voz mía, los cuentos, las poesías. Un largo tratado de guerra. Dónde y cómo, se verán desnudos con panderos o con largas faldas, amando el folklore del mundo. O soñando que vuelan a través de la Opera o el Cine. Para que bailen después con las trompetas, para que sean libres como tantas veces tú o yo, lo fuimos. Solamente en ocasiones no festivas, no apartadas. Encontradas, para no olvidar a tu pueblo. Yo quiero serlo todo, siempre, eso sucede. Necesítame, búscame. Que no hay términos medios. Llenar de ti una casa, vaciar de la piel, el llanto. El dolor tan frecuente que contagia la ausencia. Y la distancia que viene carcajeándose desde la esquina mas profunda al vernos, solas, idolatradas, desde los ojos nuestros que no nos miran. Tan llenas de nada. Llenas de caída.
Pero contigo amor, para siempre, contigo.
6 comentarios:
Que bello es todo a traves de tus ojos, tu manera de amar o de de ver todo. Ir más allá del cielo, de las posibilidades y la apariencia. Ser algo mejor que eso y partir de ahí. Prosa, poesía que importa... yo sé bien que es algo que fluye con tanta naturalidad que no necesita etiquetas y hala... a amar(se).
Lo demás ya vendra.
Es un texto increíble, muy bello de verdad.
Para estar contigo tengo que aprender primero a estar conmigo...y eso es lo mas complicado.
1 Saludo.
tu virus es contagioso, mi querida waltz, y parece que el texto nos muestra que tambien a ti te han contagiado. enhorabuena.
slds ^^)
Sabes cielo, me robaste las lagrimas que nunca libero...
Te adoro, y eso es amor Amelie,
TODO TODO CON ESA PERSONA
Me has emocionado. Me ha encantado, de verdad. Un texto precioso, precioso, desbordante de anhelos, de pasiones, de sentimientos profundos.
"Algún día, quizá, tendremos hijos. Tú los tuyos, yo los míos. Y nos creeremos enormes ante ellos y tan débiles en cambio. Pero yo querré, tal vez aún, que sean contigo. Tenerlos contigo, llevarlos de la mano contigo hasta que en distintos idiomas les enseñemos a decir “te amo”."
Prometo volver a visitar tu blog. Pocas veces aciertan en mi diana de esta manera.
Un beso.
si waltz, te necesito.. ojala tus ojos miraran algo mas que las ventanas vacias y tus manos magulladas.. ojala pudiera sanarte con besos de sándalo y canela.. tanto de vos, tanto sin vos...
Publicar un comentario