miércoles, 13 de agosto de 2008

Coherencia

Me pregunto ahora por qué no te doy todo el amor que te tengo. Pienso un poco en que, no te lo doy por que así está bien, si te lo doy morirías y yo contigo. Me he atado de pies y manos para no devorarte cuando te encuentro, cuando te veo, cuando te siento presente en mis pasos. Sobrevolando las horas sin sueño, incluso los instantes de fiebre…y aquella inflamación de labios y sudor a media noche. Me pregunto, cómo es que no te digo con aspecto cansado, que pienso en ti cuando leo una novela sobre la guerra civil española. Que pienso en ti cuando despierto y todavía, me fluyes desde las entrañas esperando un derrame de versos difuntos que caben bien en los oídos. Que pienso en ti, cuando muerdo una uva y todo su jugo viaja caudaloso a través de mi lengua, y pienso entonces que es tu lengua y me esclavizo un momento a tu boca, como si tu boca me besara de veras. Entonces me detengo, tengo como un asma improvisada que nunca he tenido, trago saliva y quizá lloro un poco, por qué amanecer aquí nunca ha sido bello o muy “café y cigarrillos”. Mientras sigo haciéndome preguntas y no me respondo. Parece una duda insondable siempre por la vida y sus personas, y sus momentos de infamia. Me imagino leyendo sin fin hasta que escuches, comprendiendo, que no hay nada más aquí que aquellos trazos moribundos, extasiados por tener una forma de tres dimensiones y que alguien como tú, o como yo, les acaricie la esquina que les duele e incomoda… Ah…a ratos es fácil saber por qué no te doy todo el amor que te tengo. Si pienso y me detengo al son de un Saxofón cualquiera, al sonido saliente de una habitación vacía y nada más….por que no eres. No eres aquello que se sueña cierto día muy preocupado. Tuve ese día, cuándo. Las tardes venían forradas de un terciopelo viejo y oloroso a encarcelamiento prolongado. Y desaparecíamos. Tuvimos un segundo para pensar en el sí o en el no. Tuvimos un segundo nada mas, para decidir, de allá para acá, todo esto. No sabíamos, digo que no sabíamos en realidad. Ahora me veo con una bolsa de SOHO esperando en la parada del autobús azul -llorando un poco -pensando en todas las maneras en que pudimos hacerlo mejor. Cómo arrancarse la cara, esa cara ajustada tremendamente deforme. Me veo, de nuevo ahí esperando, cuando se me dobla mucho el cuerpo, este cuerpo pequeño siempre a la derecha, desde la cintura hasta donde alcance llegar el mismo cuerpo. Nunca es mucho. Nunca es demasiado como ese amor que no te doy ni te daré nunca. Por que es sencillo, aquí jamás se hace un espacio para lo que ya no viene, aunque se le piensa. Se le ve desde una ladera congelada, y se lucha contra la gravedad de lo que sigue. Aun. Aquí nunca serás como un refugio, la casa vieja de algún pueblo lejano, ni serás el amor. Serás nada más un punto frágil en el mapa de mi torso. Donde a veces clavábamos el destino y la estancia. Yo, te invocaba desde la ventana de autobús, tarareando la voz de Tom Waits y no pensando exactamente en ti, por que Tom Waits le pertenece a otra persona. Pero te invocaba mientras revisaba la bolsa de SOHO y olía lentamente ese morral de Sarajevo, sin embargo era todo tan igual. Tú serás, el lapso caótico de una tarde, o de las mañanas cuando en toalla y con lentes viejos, te escribo. Mi llanto, mi alegría, todo lo que pude dar que no te doy. Un diminuto escozor en mi boca que delata que eres tú, nada más tú. Un dormitorio hueco de susurros de los “te amo…cómo te amo”. La mujer que espere siempre. Y este dolor profundo que nace, cuando lo sé, cuando me doy cuenta, que no lo eres.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay veces que lo único que deseo es que se vayan todas las preguntas del mundo, que se mueran las respuestas... no quiero a nada ni a nadie explicandonos lo que pasa, lo que nos sucede...

rd

Venuza dijo...

a veces uno se siente que muere un poco... creo que algo asi me sucde al leerte.. por tantas razones, doles mujer.. doles mucho...

Ellen Tamara Durán Wong. dijo...

Me gusta visitarte porque a veces entre tanto desconocido ke camina por las calles no me encuentro y me albergo aki y soy, trato de ser...
Hermosas letras, tu haces ke se sienta y eso es hermoso.

DEARmente dijo...

El final de tu post me dejo helado. Lo he leído varias veces y, ahora que me descongelo, te dejo mi huella.