Me es increíble soñar contigo. Era una cosa más o menos así, yo, con el aspecto hippie de siempre, los verdes…los rojos. La cintita en la cabeza. Me regalabas una sonrisa que se compra muy cara en esos tianguis de “no sé qué”. Yo preguntaba: ¿hey, de aquí para acá es tuyo? Y tú respondías: sí, de aquí para allá es mío. Y me gustabas, yo pienso que tú me gustabas y mucho. Luego yo trataba muy mal a una mujer, ella lloraba. Te buscaba por todo el aeropuerto. Arriba, debajo las escaleras. Por la cafetería, donde dice “Arrivals”. Había esas playas con arenas blancas atravesando el sueño. Un cabello largo, no sé si tuyo o mío. Alguna vez, jugaba con esos aparatos donde examinan el equipaje. Yo creo como ayer vi en televisión, a esos terroristas asustar a niños vietnamitas, tuve que soñar con otros terroristas, que nos asustaban a nosotros. A los otros nosotros, los del sueño. Los absurdos, los hermosos. Apenas dolientes. Al menos en los sueños nos vemos. Me sonríes al dos por uno. Con unos pómulos eternos, o algo así como una cara ficticia inalcanzable. Me gustaba mucho el color de tu piel, una cosa así, étnica, de que “somos latinos”. Ahora todo me asusta. Porque cuando desperté, tuve que estirar mi pequeño brazo. Desde las sabanas, hasta donde se encontraba el libro de Sabines. Tuve que leer a Sabines. Como si yo te lo leyera y a esa hora. “Me amaneces, dentro del corazón, calladamente”, decía. Como si Jaime Sabines supiera (o haya sabido), las quimeras que me ando inventando ahora.
Foto: Deviantart

2 comentarios:
Jaime Sabines sabía muchas cosas, muchas cosas, y simplemente decía cosas como "yo no lo sé de cierto, pero lo supongo...".
Ya me hacía falta mi dósis semanal de tus letras, Waltz. Ya me hacías falta.
Besos.
Nos sentimos invadidos y vulnerables cuando otros saben que sentimos, quizás mejor que nosotros...
Ojala tengas muchos sueños como este, y que nos los cuentes :)
1 Saludo
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